Vigo es una referencia para el turismo activo en España, con doce parques forestales repartidos en setecientos mil metros cuadrados, muchos a escasa distancia del centro de la ciudad. Los de Saiáns, Comesaña, Beade o Monte Alba-Cepudo, por citar algunos, despliegan un escenario idóneo para realizar excursiones en Vigo y alrededores y hacer senderismo, paseos en bici y otras actividades en plena naturaleza.
Uno de los pulmones verdes de Vigo es el del Monte Alba y Monte Cepudo, situado en la parroquia de Valadares. Su cumbre, a quinientos metros sobre el mar, está equipada con mesas, bancos y otras comodidades. Además de paisajes impresionantes, alberga la obra escultórica Metamorfose y la capilla de Nuestra Señora del Alba, entre otros reclamos para el visitante.
Pese a su modesta superficie, el Parque Forestal de Saiáns es otra parada obligada para los amantes de la naturaleza. El ascenso hasta su punto más alto, Cabezo de Saiáns, es toda una experiencia. Se ubica a menos de kilómetros del municipio de nombre homónimo.
El Parque Forestal de A Guieira o San Andrés de Comesaña, por su parte, es un refugio ecoturístico donde pueden contemplarse algunos de los molinos de agua más antiguos de la provincia. Posee un mirador, una red de senderos donde practicar trekking y una gran riqueza vegetal.
Cerca de las localidades de O Porto y Fabás, el Parque Forestal de Beade ofrece una bocanada de aire fresco a solo siete kilómetros del puerto de Vigo. Los bosques y molinos de agua que salpican la ribera del Eifonso le otorgan un atractivo especial.
Otro parque forestal de excepción es el de O Monte dos Pozos, entre San Juan y Valadares. Su principal atractivo es una laguna artificial con merenderos, bosques y una avifauna típica de estos parajes, entre otras bondades diseminadas en sus once hectáreas de extensión.