UNA COMIDA TRADICIONAL

Hay una comida que es muy superior a todas las que he podido probar hasta ahora y ese es el polbo á feira o como le llaman el resto de los españoles pulpo a la gallega, aunque debería ser pulpo a la feria que es la traducción literal. Siempre que puedo me pido un poco de pulpo en el bar al que voy siempre que nunca les falta porque tienen un Proveedor de pulpo congelado fantástico y además la dueña del bar, que es la madre de uno de mis mejores amigos, tiene una mano con el pulpo que no es normal, siempre le queda en su punto, ni muy blando ni muy duro justo en su punto. A mucha gente les gusta el pulpo hecho de diferentes formas como a la parrilla o en empanada pero a mi me parece que esas formas de hacer el pulpo no le llegan ni a la altura del betún al pulpo a la feria y que es desperdiciar el pulpo. El mayor problema que tiene el pulpo es que es bastante caro y no siempre se puede acceder a él, pero siempre que hay la más mínima oportunidad hay que aprovechar. Cuando jugaba en el equipo de fútbol sala íbamos a cenar muchas veces a un bar que era el que patrocinaba a nuestro equipo y allí siempre nos servían de primero pulpo con un montón de sal. El otro portero de mi equipo y yo siempre vacilábamos con que aquello era pulpo a la sal y nos partíamos de risa. Aquel pulpo tendría mucha sal pero si nos daban la opción de repetir siempre repetíamos.

El pulpo en algunos bares está muy bueno, pero el sitio donde hay que comer el pulpo es en las ferias, que de ahí le viene el nombre. En las ferias es donde de verdad encuentras el verdadero pulpo a la feria con su pan y su aceitito. A lo largo del año si vas siguiendo las fiestas gastronómicas por toda Galicia te darás cuenta de que el pulpo a la feria siempre es el plato estrella.