La garantía legal de un electrodoméstico es de tres años para todos los que se han comprado a partir del primero de enero del 2022 y de dos años para los adquiridos antes de esta fecha. La garantía cubre cualquier fallo que el producto pueda tener en su fabricación y, cuando se trata de un fallo en la fabricación, el cliente puede elegir entre reparar el producto, exigir un descuento en el precio o rescindir el contrato de compra y devolverlo o cambiarlo por otro nuevo. Durante los seis primeros meses, se presupone que cualquier fallo que aparezca en el electrodoméstico es achacable a la fabricación. A partir de este periodo es necesario demostrar que el fallo no ha sido causado por un mal uso del aparato.
Además de que la ley ha ampliado el plazo de garantía de los electrodomésticos, también es obligatorio por ley que haya piezas de repuesto al menos durante diez años. En el caso de que dejen de fabricarse, tendrán que tener recambios durante los siguientes cinco años. De esta manera, se trata de que productos que pueden ser reparados y continuar siendo útiles, se tiren y generen más residuos.
Si el electrodoméstico se estropea en garantía, hay que acudir al vendedor. Este será el que tenga que responder por la garantía aunque puede derivar al servicio tecnico reparacion electrodomesticos en Pontevedra que sea oficial de la marca. En cualquiera de los casos, lo habitual será que si el electrodoméstico es pequeño se pida que se acerque al servicio técnico para que se pueda valorar cuál es el problema. Pero si se trata de un aparato grande, será el técnico el que se desplace. No pueden cobrar este desplazamiento si el aparato está en garantía.
Si se achaca a un mal uso del aparato la avería y no se quiere reparar, debe de exigirse un recibo o parte de trabajo en el que se indique el por qué no está cubierto. Si no estamos conformes, con esta documentación podremos ir a una oficina de consumo y presentar una queja formal. En algunos casos, incluso podemos presentarla online, con lo que no será necesario desplazarnos ni esperar citas o colas.
La garantía está cubierta por ley pero, en muchos casos, nos venden lo que se llaman extensiones de garantía. Este tipo de productos pueden ser dudosos y es importante leer bien las condiciones para valorar si se adquieren o no.